martes, 13 de abril de 2010

Mitomanía: ¿Sólo miserias que esconder?




Mitomanía: ¿Sólo miserias que esconder?


¿Por qué mentimos? Un niño o joven pueden mentir para evitar un castigo o sanción y un adulto puede mentir para evitar una responsabilidad, para justificar sus actos, manipular situaciones o para ¡evitar una sanción!.. Te suena conocido el típico “La última y nos vamos”, “Llegue tarde porque hubo un accidente de tráfico” “Tuve que llevar a mi abuelita al hospital” “La próxima quincena te devuelvo el dinero”, pero también están esas otras personas que te inventan toda una ficción o mundo alterno, tienden a desfigurar mentirosamente la propia idea que tiene de sí mismo, magnificándola (delirio de grandeza) o simplemente disfrazando unos humildes orígenes con mentiras de todo tipo, de forma que llega realmente a creerse su propia historia y se establece una gran distancia entre la imagen que tiene la persona enferma de sí mismo y la imagen real: esto es la mitomanía.

Retrato del mitómano…

Las mentiras dan un sentimiento de revalorización cuando no tiene la posibilidad de poner remedio a su imagen distorsionada, aunque al mentir, afecte a otros.
La persona mitómana, se refugia en la ficción para evitar el mundo real, sus responsabilidades, o para dar una imagen ventajosa de sí misma, que le permita entrar en su sociedad, “la sociedad deseada”. Tiene temor del mundo real, y no obstante desea ocupar un lugar en él, así que se cuela en su interior fabricándose la imagen que su entorno espera. Esta es la razón de que los temas de la mitomanía sean los de nuestra propia existencia:

• Éxito social
• Viajes
• Capacidad Intelectual o proezas
• Proezas físicas
• Proezas sexuales
• Pequeños logros cotidianos
• Cautivadoras sensaciones o experiencias espirituales

En el momento en que cuenta su fábula, experimenta el sentimiento que provoca la imagen que su relato transmite de sí mismo, como si estuviera suministrándose una dosis de droga a su organismo, la requiere para sentirse en éxtasis.



Causas

La carencia afectiva se encuentra en el centro de estas ficciones de compensación. Ella es la causa principal de la mitomanía, que sin embargo, puede agravarla: es una defensa fallida.
En la mitomanía, la persona colma en un instante con palabras, el desierto afectivo que experimenta. La persona mitómana cree estar volando en el instante que representa el sainete de su deseo, pero el aterrizaje es triste, y como sucede con todas las drogas, muy pronto habrá que renovar la dosis y cada vez la dosis tendrá que ser más grande, porque el organismo se hace tolerante.
Cuando lo real resulta pavoroso, cuando las relaciones afectivas o sociales son peligrosas o humillantes, la fantasía permite que la persona se proteja del mundo exterior sometiéndose al mundo que inventa, es por esto, que detrás de la mitomanía se esconde un mundo de miseria afectiva, en donde la persona es prisionera del mundo que se ha inventado.
¿Qué hacer?
Aunque detrás de la mitomanía se encuentre un pasado de carencia afectiva, el adulto mitómano tiene que reconocerse como una persona enferma que daña a otras personas con sus actos y mentiras, ya que tiene componentes sociópatas, paranoicos, y narcisistas, es decir, puede lastimar física o moralmente a otros sin sentir compasión o remordimiento, tiene ideas de grandiosidad, y siente que el mundo gira a su alrededor, que las personas le aman o le odian, que su presencia es indispensable. De manera que cuando tienen un objeto de amor, se apropian de él y se sienten con la autoridad dentro de su mundo distorsionado para hacer lo que consideren necesario para mantenerlo, aunque ello implique la propia destrucción del objeto de amor.
Esto implica acciones activas y no contemplativas, ya que “no son cosas pasajeras” una persona mitómana es capaz de ejercer acoso moral por años sobre personas e incluso sobre comunidades.
¿Por qué no confrontas a esa persona que sabes que su decir no coincide con sus actos o con su vida? ¿Por qué no te alejas de esa persona si sospechas que ha estado ocasionando caos en tu vida o que ha estado provocando conflictos en la vida de las personas a las que amas?
Una persona mitómana tiene una personalidad cautivadora, realmente nos gusta estar cerca de esa persona, es agradable, e incluso es ¡atractiva o atractivo! ¿Te has preguntado? ¿Qué emociones despierta en ti con sus fábulas? ¿Te sientes especial, diferente, excepcional? ¿Te agrada estar cerca de una súper estrella, de alguien que viaja al Vaticano cada año, y se ha ido de compras con Paris Hilton? ¿Cómo te sientes al tener que ser la rescatadora o el rescatador de una víctima constante? y más si esa víctima fue duquesa o ex millonario que perdió toda su fortuna por un fraude millonario de su malvado hermano gemelo, Ahora tú tienes la oportunidad de ser el héroe o la heroína de la película y rescatar a esa hermosa persona.
¿Te has dado cuenta que el mitómano crea una fábula, una historia, personajes, y nosotros, muchas veces, aceptamos el rol o personajes que nos asigna, porque también encontramos una ganancia, nosotros si estamos en la realidad, aceptamos creerle su mentira, aunque ello implique perdidas…
¿Qué hacer? Primero un examen de autoconciencia sobre mis propias necesidades y prioridades, ¿qué obtengo yo de esta persona, con esta relación o vínculo? ¿Cómo me hace sentir? ¿Cómo me beneficia? Para poder tomar la decisión de alejarme de esa persona.

miércoles, 7 de abril de 2010

Adicción afectiva




Cuando el amor obsesivo se dispara, ¡nada parece detenerlo!. Ni el sentido común con la ayuda del psiquiatra y tu dosis de prozac para el control de la depre y el manejo de la ansiedad, la psicoterapia gestalt, aromaterapia, hipnosis....¡Ni magia ni terapia!.

La adicción afectiva parece ser el peor de los vicios, ya que la persona que depende afectivamente de otra va anulando poco a poco su propia identidad, su dignidad, autorespeto y la esencia de uno mismo son ofrendados y regalados irracionalmente.

¿Cómo se manifiesta la adicción afectiva? Los activo-dependientes pueden volverse celosos e hipervigilantes, tener ataques de ira, desarrollar patrones obsesivos de comportamiento, agredir físicamente o llamar la atención de manera inadecuada, incluso mediante atentados contra la propia vida.
Los pasivo-dependientes tienden a ser sumisos, dóciles y extremadamente obedientes para intentar ser agradables y evitar el abandono. El repertorio de estrategias retentivas, de acuerdo con el grado de desesperación e inventiva del adicto, puede ser diverso, inesperado y especialmente peligroso.

Otra foma desgastante de adicción afeciva consiste en aquellas y aquellos que tratan de comprender el mundo mirándolo a través de los ojos de la persona amada, el goce de la vida se reduce a la del otro, queda anulada totalmente la identidad y dignidad de la persona adicta.

La adicción afectiva enferma, mutila, incapacita, elimina criterios, degrada y somete, deprime, genera estrés, asusta, cansa, desgasta y, finalmente, acaba con todo residuo de humanidad disponible.

El amor libera, no esclaviza, ni destruye.

lunes, 5 de abril de 2010

Reflexión sobre victimización infantil




¿Sabías que a penas un 10 ó un 20% de los casos de maltrato infantil sale ala luz?.
El temor, la sensación de culpabilidad, sus sentimientos ambivalentes hacia su agresor, su corta edad y las barreras estructurales con las que tropiezan, les impiden expresar las brutalidades que sufren.

Sin embargo, los datos que se conocen, que si salen a la luz, muchas veces a través de los medios de comunicación, han llegado en términos de cifras de morbilidad, mortalidad, humillación y daño emocional que provoca en los y las menores de edad.

Estas cifras y los lamentables casos que han surgido en nuestra sociedad, deben ser un importante motivo de
preocupación y ocupación para todos nosotros, y particularmente para quienes estamos encargados de la salud y protección infantil.

Hay días en los que me pregunto si estoy haciendo "algo" para que se promueva el respeto a nuestros pequeños y pequeñas. Si como ciudadana estoy proponiendo, insistiendo e incluso presionando para que mejoren las leyes que deben de resguardar su vida y dignidad, si realmente estoy defendiendo esta trinchera que he elegido defender o solo hago un trabajo, llenar un expediente, entregar cifras, resultados, etc.

¿Qué hacer para sentar las bases de una sociedad que de un trato justo y dignos a la vida de niños y niñas? ¿Cómo protegerles de la violencia que muchas de las veces viven en sus propios hogares?...

Tomar conciencia del mundo aldultista en el que vivimos, en donde se da prioridad a las opiniones y acciones de los adultos, tratar de adelantar su desarrollo evolutivo llenandolos de actividades extraescolares con escaso tiempo para que sean niños y niñas...

Entender que las necesidades de los y las menores de edad son diferentes a las nuestras y que es nuestra responsabilidad proveer de los medios necesarios para satisfacerlas y a la vez brindar una estructura que establezca límites claros y guíen su desarrollo. Aceptar que todo niño y niña de nuestra sociedad, son "nuestros", no sólo es responsabilidad de quien le procrea, tenemos que entender y abrazar la idea de que cada ser humano y humana en este planeta es un otro que tiene cualidades similares a las mías, que posee derechos a una vida digna y respetuosa, y que cuando una vida es violentada, no es cuestión solo de los padres o del DIF o de la policía, cada uno de nosotros y nosotras podemos formar una red de protección infantil, educando a quien lo requiera y denunciando a quien violente a los más indefensos de nuestra sociedad.


Tipología de la victimización a infantes

Victimizaciones extraordinarias.- Les suceden a un número muy reducido de menores de edad, pero atraen
mucho la atención. Estas victimizaciones incluyen los homicidios, secuestros y violaciones a manos de extraños.

Victimizaciones agudas.- Son más frecuentes; les pasan a una minoría considerable de menores de edad y cada
vez se les presta más atención. Entre ellas figuran el maltrato físico activo, el abandono o negligencia
como maltrato físico pasivo o por omisión, el maltrato emocional, el secuestro familiar y el abuso sexual.

Victimizaciones pandémicas.- Les ocurren a la mayoría de los niños en el curso de su desarrollo. Incluyen la agresión a manos de iguales y de hermanos, el castigo físico, el hurto y el vandalismo.

domingo, 7 de marzo de 2010



El día internacional de la mujer, no es día similar al día de la madre o al día de la amistad, es un día de recuerdo y reconocimiento al legado del coraje, sabiduría e independencia que nos entregaron nuestras pioneras.

Este día, conmemora la lucha de las mujeres que han reclamado los derechos sociales y políticos que nos corresponden: el derecho a la educación, a un salario justo, al voto, la anticoncepción a vivir en una sociedad segura y justa... esas fueron solo algunas de las demandas de los primeros movimientos de mujeres.


Cada una de nostras tenemos la responsabilidad de transmitir esta herencia a las nuevas generaciones de mujeres para decirles que los derechos que hoy gozamos, fueron ganados duramente a costa de sacrificios, dolor y ostracismo por esas valientes mujeres que se enfrentaron a la incomprensión, el autoritarismo y la maledicencia de la sociedad de su tiempo.

Cada 8 de Marzo, renovamos nuestro compromiso de mantener vigentes los principios de libertad, justicia y autonomía del ideario de las madres fundadoras del feminismo en busca de la equidad de género por una sociedad de paz y justicia.

TALLER VIVENCIAL DE TANATOLOGIA

viernes, 5 de marzo de 2010

LA TRISTE HISTORIA DE UNA BRUJA




Beatriz Bezares García es la autora de esta interesantísima historia, nos presenta elementos que nos lleva a la reflexión de manera amena. En el plano profesional, el uso de metaforas y cuentos, es uno de mis recursos predilectos, sobretodo al enfocarme en situaciones de violencia.
He visto los rostros de las niñas y adolescentes al escuchar esta historia, y su mirada sorprendida al repetirse así misma la solución de la protagonista, al igual que las mujeres adultas!! Es una historia que abre la puerta al empoderamiento de la mujer, espero la disfruten.

LA TRISTE HISTORIA DE UNA BRUJA


Dentro de una cueva subterránea vive el destinetero, su trabajo consiste en observar las auras de los niños y de acuerdo a la forma de sus ojos, predice el destino de los futuros hombres. Sus decisiones son muy sabias y pocos son los que se atreven a contradecirlo.

Fue así como un día la señora Murrieta llevó a su hija Fausta a que le predijera el futuro. Era una costumbre que las madres hacían para no errar y saber desde un principio qué educación brindarles a sus hijos.

Iba también con ellas la vecina y su hija Melina, una niña rubia de ojos verdes. A Fausta no le importaba ser amiga de una niña tan bonita, pues tenía la creencia de que llegaría muy lejos con la medicina, que importa que no fuera muy agraciada, pues pensaba ser la mejor doctora que se ha conocido.

Su madre hizo la pregunta:
— Gran guía, ¿qué será de mi preciosa hija?
—Como Fausta sé que se llama sin que tú me lo digas—contestó sin titubear—, sé también que una bruja malvada en el futuro será.

¿Bruja? ¿Malvada? ¡No, no, se ha de haber equivocado!, pensó Fausta, tal vez confundió médico con bruja. Y ya iba a reclamar cuando la vecina también preguntó:

— Gran guía, ¿qué será de mi preciosa hija?
—Como Melina sé que se llama sin que tú me lo digas—contestó de nuevo el destinetero—, sé también que una hermosa hada en el futuro será.

Las dos madres salieron muy satisfechas con sus hijas, pues habían dado a luz a dos protagonistas de cuento de hadas. No es para menos, cualquiera cría médicos, arquitectos, profesores, dentistas, ¡qué va!... ¿Pero díganme cuántas hadas y brujas hay en el mundo? Era un suceso digno de celebrarse.

Cuando Fausta regresó de su escuela al otro día, vio sobre su cama una enorme caja de regalo con una nota que decía: “Para que nuestra inteligente hija cumpla su destino”. Abrió la caja y encontró para su decepción: dos calderitos, una mini escoba, una bola de cristal, una rana dentro de un frasco y un sombrerito coqueto que terminaba en pico.

Ella no entendía porque le regalaban esas cosas. No lo encontraba divertido, ¿se estarían burlando sus papás? Cómo no tenía intención de usar ninguno de estos objetos raros, terminó por abandonarlos debajo de su cama.

Salió al jardín para animarse un poco y vio frente a su casa que Melina jugaba feliz con una varita mágica que tenía en la punta una estrella dorada. Iba con intención de acercarse y preguntar si podía jugar con ella, cuando una abeja se puso a gimotear una cancioncilla molesta en su oído.

— ¿Te gusta mi abeja? —chilló con su vocecilla Melina— Tengo muchas, mira en el panal —levantó su varita y señaló la rama de un frondoso árbol donde colgaba un panal que ejecutaba toda una orquesta—. Las alimento con todas esas flores que ves allá. ¡Ah, y además tengo un pony! —terminó diciendo con una sonrisa abierta e irritante.

Melina llevaba puesto un vestidito corto azul cielo con volantes rosas pastel en las mangas, sin duda alguna lucía esplendorosa, lo suficiente como para molestar a una niña con una simple y estúpida túnica negra.

A partir de ese momento la amistad entre ellas cambió. La pequeña hada no dejaba de presumirle a Fausta sus artefactos mágicos y sus lindos vestidos, por lo que la brujita se volvió verde de envidia. Ella también quería lindos juguetes, bonitas mascotas y lindos vestidos.

— Hija, debes aceptar tu oficio con dignidad —le repetía su padre una y otra vez— el destino te puso en el camino de la brujería y así es como debe ser.

En la escuela Fausta sufría mucho por conseguir amigos, pues la rechazaban por tener la piel verde y una vestimenta anticuada; mientras que Melina tenía más amigos de lo que podía contar con los dedos de su mano, la seguían a todos lados y le pedían muchos consejos.

Y aunque siempre estaba sola, Fausta disfrutaba mucho la escuela, aprender le daba nuevas esperanzas; sospechaba que el conocimiento sería su única herramienta para enfrentar al destino. El único problema era que ni en clases sus compañeros la dejaban tranquila, siempre que ella quería participar, se burlaban de ella y la insultaban diciéndole que era muy fea. El único refugio que tenía era el baño de la escuela, ahí todas las tardes le lloraba a su retrete favorito. A Melina en cambio se le hacían muy aburridas las clases, profesores parloteando a cada rato detalles que a nadie le importaba; pero por ser hermosa siempre la pasaban con diez.

Un día antes de la fiesta de graduación a la hadita le salieron unas hermosas alas violáceas que cautivaron a todos los que la miraban. A Fausta, sólo le salió una horripilante verruga en la nariz.

Desolada se refugió en las entrañas del bosque donde compró una cabaña muy sencilla alejada de la civilización. Ahí creó una basta biblioteca donde aprendió física y química. Como ninguna Universidad la aceptaban por miedo a supuestas maldiciones, y al no ver cumplido su sueño de ser doctora, se conformó con aprender por correo farmacéutica.

Bajo un laboratorio improvisado creó muchos medicamentos a los que ella llamó “Pócimas”. Las vendía a buen precio y se volvió famosa, a cada rato iban a verla para comprar una Pócima milagrosa, que si para el cutis, los reumas, la gripe, el insomnio, la alergia…

Melina tampoco ingresó a la Universidad, simplemente no le interesaba, ella era feliz chismeando con los animales del bosque y jugando a las escondidas con otras hadas y lindas criaturas. Aunque no todo era mil sobre hojuelas, también tenía un lado malévolo que la impulsaba a molestar a la bruja del bosque todas las mañanas mientras ella aún dormía. Le gritaba a su ventana: “Eres fea y te morirás fea. Nadie te quiere, si gustas puedes volverte más verde, pues nadie te va a hacer caso.”

Poco a poco Fausta se cansó de las burlas y decidió vengarse, aún cuando estaba segura de que Melina lo hacía de pura envidia. No había nadie tan sabia y poderosa como la mismísima “Bruja del bosque”.

Su ayudante, un jorobado amante del tap, pero que no podía bailar por culpa de su joroba, recibió órdenes de su jefa de robarse las alas de esa molesta hada, tan molesta como el zigzagueo de una mosca. Al menos ya no podría volar hasta su ventana y decirle esas cosas horrendas que escuchaba todas las mañanas.

Día con día llegaba el jorobado con alas de colores, pero ninguna pertenecía a Melina, Fausta lo sabía pues a la mañana siguiente escuchaba de nuevo: Eres fea y te morirás fea… y todos aquellos insultos que no es necesario repetir para que Fausta no se ofenda más. Para remediar ese problema de una vez por todas, la bruja le pidió a su ayudante el hada completa.

Y así, a las once de la noche, justo una hora antes de su cumpleaños, el jorobado entró a la casa con un costal en hombros. En el interior de la bolsa alguien gritaba y suplicaba piedad, y el corazón de Fausta bailaba de emoción al pensar que por fin arreglaría cuentas con su antigua rival. Corrió por una enorme jaula y ahí aventó el costal, luego cerró la puertecita y desde afuera con una vara abrió la bolsa y salió a toda velocidad una hermosa hada azul; pero no era Melina.

— ¿Por qué me has encerrado, malvada bruja? —preguntó asustada la hada azul— ¿qué mal te he hecho?

—Tú ninguno, por cierto —respondió Fausta— pero hay un hada que es más molesta que un calcetín húmedo dentro de un zapato. Estoy cansada de que me traten como a un ser despreciable. De cierto que yo no he elegido este camino y no es justo que aparte me lo echen en cara todos los días.

La hadita azul guardó silencio un rato y al final le expuso a la bruja una teoría sobre revelarse contra el destino.

—No entiendo porque tanto sufrimiento, si no quieres ser bruja pues no lo seas y ya. ¿Qué más da si un tal destinetero te dijo que lo serías? Tú tienes voz y puedes decir sin problema: No quiero, gracias, mi destino lo marco yo.

Por un momento la bruja quedó perpleja, nunca se imaginó que podría hacer tal cosa, era el consejo más atrevido que alguien le había dicho. De todas formas ya era demasiado tarde, había sido educada como bruja, y por lo tanto, bruja debía ser; más aún si piensa y se comporta como tal. El hada azul aprovechó la confusión de Fausta y, para salir de aquel embrollo, le prometió que si la dejaba libre, ella le regalaría unas lindas alas.

—¿Y podré verme bella como una mariposa? —dijo la bruja con los ojos llorosos.
—Pues confórmate con verte como un murciélago —replicó el hada.

Decidida, Fausta abrió la puerta de la jaula y cerró los ojos. Imaginaba todo lo que podría hacer con unas alas nuevas, ya no necesitaría de escobas ni artefactos raros, podría ser libre como una libélula y volar a lugares nunca antes vistos… y tal vez, sólo tal vez, la gente podría verla como alguien diferente. Pero cuando sospechó que ya había pasado un tiempo y nada de nada, escuchó azotarse la puerta de la cabaña… Sí, el hada azul se había escapado…

Unas lágrimas se escaparon de la mejilla verde de Fausta. Siempre era lo mismo. No servía de nada soñar en tonterías. El jorobado la había estado observando y sintió tristeza de ver así a su jefa, ella que ponía empeño en ser mejor cada día, y más aún que era su cumpleaños.

Se retiró en silencio a la cocina y preparó té y pastelillos para ambos. Fausta, aunque agradecía el gesto de su ayudante, no tenía muchos ánimos de festejar. Sin embargo, una vocecita en su interior no dejaba de repetirle: Si el destinetero pudo decidir mi vida con sólo enunciar unas palabras como si fueran ciertas, tal vez yo también pueda hacerlo y decidir lo que haré el resto de mis días… Educarme a mí misma…

miércoles, 24 de febrero de 2010

Familia y medios de comunicación


Durante el mes de febrero un colegio al pononiente de la ciudad de Monterrey, N.L. contó con la presencia del Dr. Jesús Amaya Guerra, quien dirigió una conferencia magistral a nuestros padres, madres y alumnos (as) de sexto año y de secundaria, abordando el tema de las “nuevas adicciones” y su efecto en nuestro cerebro.

Fue un tema muy interesante y a partir de esta conferencia que nos llevó a la reflexión sobre cómo los medios de comunicación y las nuevas tecnologías pueden ser nuestras aliadas facilitando nuestro trabajo, también, de manera inadvertida, pueden convertirse en una adicción.

En el pasado, al hablar de adicciones nos venía a la mente el alcohol, el tabaco u otro tipo de drogas, pero, el día 17 de febrero, el Dr. Amaya Guerra, nos explicó como la televisión, el internet, las salas de chat, el bloggeo, el uso de I pod, telefonía celular, facebook, video juegos, etc., pueden alterar nuestros hábitos y el de nuestros hijos e hijas y crear patrones de conducta adictivos, afectándolos incluso a nivel de la química de su cerebro. Es por esto, que en este boletín queremos abordar el tema de la influencia de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías de la información en el desarrollo de nuestros hijos e hijas y nuestra participación como padres y madres.


La familia es el primer agente educativo y de socialización del ser humano, a este se agregan: el grupo de pares que está formado por los familiares de la misma edad, amigos y amigas, y compañeros y compañeras del colegio, y a pasos agigantados los medios de comunicación y nuevas tecnologías de la información y comunicación.

Funciones de los medios de comunicación

Función informativa:
Necesitamos saber qué pasa en nuestro entorno para sentirnos integrados en la comunidad en la que vivimos.

Función de entretenimiento:
Nos distraen llenando nuestro tiempo libre.

Función formativa:
Son un agente educativo aunque muchos de sus contenidos no tengan nada que ver con la enseñanza. Incluye una función cultural (formación y educación) y otra psico-social: facilitan la interacción comunicativa entre miembros de la sociedad.

Publicidad:
Sirven para dar a conocer productos y servicios.

¿Realidad o fantasía? ¿Cómo lo perciben nuestros hijos?

Es muy importante que como padres y madres regulemos los medios de comunicación en nuestro hogar, y también que ayudemos a nuestros hijos e hijas a comprender que los medios no ofrecen la realidad, solo la representan, la recrean, la transmiten, construyen sobre ella e, incluso, ¡pueden crearla!. Los medios de comunicación forman estereotipos de género, lo cual obstaculiza una sociedad equitativa entre hombres y mujeres, al presentar modelos femeninos y masculinos distorsionados. También pueden cambiar los hábitos sociales o nuestra forma de comunicación y modificar nuestro modo de percibir la realidad.


Los inconvenientes de la televisión

• La televisión ofrece valores alejados de la realidad y modelos de vida inalcanzables que acaban generando frustración.

• Puede alterar las normas sobre las que se basa el respeto social (privacidad, intimidad, etc.).

• La televisión induce al consumismo.

• Entre sus efectos sobre la salud,
fomenta la pasividad y la falta de análisis y puede causar apatía y falta de ilusión. Se ha evidenciado una pérdida no
recuperada de sueño y un incremento en las alteraciones de éste y, si vemos mucha televisión, hacemos menos ejercicio y, como consecuencia, podemos padecer sobrepeso. El exceso de televisión en edades tempranas también causa trastornos y problemas de salud. Según expertos de la universidad de Oklahoma, "cuanta más televisión ve un niño(a) más riesgo tiene de sufrir trastornos anímicos y emocionales". Si se sigue viendo mucha televisión en la adolescencia, se producen problemas de rendimiento académico.


• Si vemos mucha televisión leeremos menos y ello nos provocará un empobrecimiento del lenguaje.

• El creciente ritmo de los productos audiovisuales puede generar dependencia cerebral debido a la hiperestimulación, que se utiliza para conseguir en el espectador o espectadora niveles más altos de atracción hacia la imagen.

• La televisión desplaza actividades de mayor contacto social, actividad física y deporte y juego. Es problemática en los casos en que descompensa, centraliza y acapara el contexto de actividad infantil. Los niños y niñas que ven mucha desarrollan pautas de acción menos interactivas socialmente.

• Cuando la televisión absorbe, se puede llegar a la adicción y, si la única realidad acaba siendo la de la pantalla, podemos acabar elaborando nuestra concepción del mundo a partir de ella. El mayor riesgo de la adicción es la soledad y el aislamiento personal que conlleva: cuando el televisor permanece encendido desciende el tiempo de interacción directa en la familia.


• Los pequeños y pequeñas se sienten cómodos frente a la pequeña pantalla porque no les exige que piensen ni que se esfuercen.

• Como la imagen es la base del conocimiento en los primeros años de vida, el niño o niña es como una esponja que absorbe todo lo que ve pero que no posee ninguna capacidad de discriminación, por lo que entiende a su manera lo que ve en televisión.

• Los pequeños espectadores no separan la realidad de la ficción, con excepción de los dibujos animados, por lo que todo lo que sale en pantalla es verdadero para ellos y ellas y, por lo tanto, pueden influirles o convertirse en un peligro.

• Los pequeños y pequeñas no son capaces de leer la cantidad de imágenes con que les bombardean los medios y a la velocidad con que les llega, con lo que las escenas quedan grabadas en su inconsciente.

• Aunque los y las adolescentes se enganchan menos que los niños y las niñas, uno de los principales efectos es que aprenden el lenguaje de la televisión, que a su vez interfiere en el mundo que nos rodea.


Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)

¿Qué son las nuevas tecnologías?

Son instrumentos con una base material -el hardware- pero que son objeto de conocimiento y desarrollo en sí mismos y han generado profesiones específicas.

Al igual que los medios de comunicación social, las TIC configuran
nuevos estilos de vida y nuevas formas de pensamiento.

La computadora, el DVD, juegos de video, la cámara de fotos y de video digital o el teléfono celular, se han convertido en herramientas cotidianas en el trabajo y el hogar. A diferencia de lo que ocurre con la televisión, las tecnologías de la información y la comunicación se sitúan en el hogar, en el colegio, en el trabajo, en el comercio, ¡casi en cualquier lugar, público o privado!.

Los inconvenientes de las TIC (internet, videojuegos, telefonía celular, etc.)

• Son costosas.

• Pueden provocar adicción.

• Pueden provocar problemas sociales; las personas aisladas
pueden prestarse a contactos inadecuados.

• Igual que la televisión, las TIC ejercen sobre nosotros una
fuerte persuasión: existe el riesgo de creerse cualquier cosa
que aparezca en un mensaje.

• Existe un vacío legal ante la delincuencia. La infancia es su
principal víctima, pero los adultos también pueden enfrentarse
a situaciones desagradables (desde robos, fraudes, acoso, etc.).



¿Cómo influye la violencia de los medios de comunicación (televisión, internet, videojuegos) en nuestros hijos e hijas?

• Las conductas violentas se reproducen cuando son recompensadas como en los juegos de video.

• Las conductas violentas son siempre aprendidas, con independencia del tratamiento posterior que obtengan.

• El principal peligro para nuestros hijos e hijas es que la violencia induce a su imitación.

Los niños y niñas de edad escolar se encuentran especialmente impulsados
a reproducir conductas agresivas,
ya que son especialmente proclives a
imitar conductas de acción motora,
que contribuyen al progresivo
dominio de su cuerpo.

• La violencia es especialmente imitable cuando la realizan los "buenos".

• Las imágenes violentas en los medios de comunicación pueden tener un efecto significativo a corto plazo en los niveles perceptivos, pensamientos y emociones de los menores y pueden aumentar su tendencia a la agresividad o a la conducta temerosa. Esta nociva influencia se potencia al máximo cuando los niños y niñas ven solos estas escenas.

• Un cierto nivel de agresividad no es perjudicial para el menor, ya que sirve para canalizar su energía. Pero en exceso puede provocar la identificación de agresión con placer o que el o la menor se asuste y aprenda a reprimir negativamente su hostilidad.

Aunque la violencia en situaciones que el niño o niña entiende como "no reales" reduce sus posibles efectos negativos,
hasta aproximadamente los 7 años de edad nuestros hijos e
hijas no son capaces de distinguir esa diferencia.

• En adolescentes y jóvenes, las escenas violentas aumentan su agresividad y condicionan su escala de valores y sus pautas de conducta. La cifra: un adolescente, antes de acabar este período evolutivo, habrá contemplado más de 13.000
muertes.

Prácticas adecuadas al consumo responsable

Es nuestra responsabilidad educar en el uso
de las nuevas Tecnologías para desarrollar
hábitos saludables de consumo y sociabilidad
en este nuevo entorno, conductas donde el
joven usuario disfrute y utilice cada una de ellas
con libertad y en compañía.

Estos nuevos medios son herramientas para la
comunicación que, bien utilizadas, nos
ayudan en el crecimiento personal y
corresponsable. Las Nuevas Tecnologías nos tienen que acercar a los demás porque, ante todo, comunicar es compartir.


Decálogo de uso de los medios de comunicación audiovisual

1No pongas la televisión ni enciendas la computadora nada más al entrar en casa. Tampoco es buena idea encender los aparatos porque sí o sentarse ante el televisor "a ver qué ponen" y nunca se deben tener todo
el día encendidos. La cifra: cuatro quintas partes del consumo
televisivo son de tipo "ritual": se pone la televisión para ver "lo que haya" y no se busca un programa concreto.
2 No consumas todo lo que pongan en la televisión, selecciona los programas que deseas ver, dedica tiempo a contenidos de calidad y evita los espacios que consideres nocivos. La telebasura es mala también para los adultos y adultas. No hagas "zapping" continuamente, pero
sí cambia de canal o apaga cuando algo no te parezca conveniente o no te guste.
3 La comida y la sobremesa son momentos para charlar, en los que nunca deben de estar los aparatos encendidos. Tampoco se deben usar los medios como somnífero antes de acostarse; lo recomendable es leer un rato antes de dormir. No se debe tener puesta la televisión en reuniones
familiares o con amigos, excepto para ver una película o acontecimiento deportivo.
4 Ver la televisión a una distancia considerable.
5 Es importante usar los medios en familia y hablar de sus contenidos.
6 Se recomienda tener sólo una televisión, una computadora y una video-juego por familia, para aprender a compartir unos espacios comunes y los límites horarios pactados. Instala el televisor en el salón y la computadora en un espacio común en el que se pueda compartir su uso, pero que no sea el lugar central de la casa. Nunca en los dormitorios ni en la cocina. Se aconseja tener la televisión en un espacio cerrado, como un armario, que se abre sólo cuando hay algo interesante que ver.
7Establezcan un pacto sobre horarios de uso de los medios. Como norma, la familia puede sentarse ante las pantallas cuando las tareas principales del día hayan llegado a su fin. Dejar tiempo libre para dedicarse a actividades como hacer ejercicio físico, leer, ver buen cine,
buscarse una afición o aprender un trabajo manual.
8 Adoptar unas prácticas básicas en el uso de las TIC, como: no abrir mensajes de correo sospechosos, tener cuidado con los archivos adjuntos que se reciben por e-mail, no creerse todo lo que se encuentre en Internet, controlar el gasto del celular, etc.
9 También es importante aprender a no consumir todo lo que ofrece la publicidad y discutir con los hijos e hijas sobre el impacto de la publicidad.
10 Por último, hay que saber apagar las pantallas cuando se considere necesario (contenido, horario, cansancio, responsabilidades, prioridades, etc.). No permitamos que se conviertan en una adicción.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS



Long, Jimmy (2006), Esperanza en una era de cinismo. Editorial Patmos.

Alonso-Fernández, Francisco (2003), Las nuevas adicciones. TEA Ediciones. Etiquetas: ADICCÌÓN, FAMILIA